domingo, 13 de febrero de 2011

Reprimir nuestros Deseos

Según las teorías psicoanalíticas, la mayoría de las patologías psiquiátricas son originadas por reprimir nuestros deseos, por esconder en el inconsciente aquello que realmente queremos, ya que estas aspiraciones son vistas por la sociedad como malignas, depravadas, corrompidas y libertinas; la gran pregunta es ¿es cierto todo esto?
Por ejemplo, una de las teorías más importantes que defiende el psicoanálisis es el complejo de Edipo, su nombre viene de la historia de la mitología griega en la cual el hijo de Layo y Yocasta, llamado Edipo , asesina a su padre y toma de esposa a su madre. Se hace referencia a este mito ya que se argumenta que el niño, en su etapa fálica (cuando el infante descubre el placer originado por sus órganos genitales), tiene emociones y sentimientos tanto de amor como de odio hacia sus progenitores.
Dicha teoría causo un revuelo en la sociedad, ya que en sus cabezas no se integraba la idea de que el niño pudiese tener estos deseos, calificando al complejo de Edipo de idea perversa y dañina; pero si exploramos el trasfondo de dicho argumento, observamos que es una etapa que atravesamos todos los seres humanos y nos ayuda a formar nuestra identidad sexual (se reconoce a que sexo se pertenece).

El humano siempre busca encasillar lo que es bueno y lo que es malo, dejándose llevar ya sea por creencias mágicas religiosas absurdas y sin base que provocan un estancamiento en la sociedad, o por una serie de valores que puede que satisfagan a una pequeña comunidad, pero no significa que se adapten en otras. El concepto de moral actualmente se encuentra dogmatizado, y lo utilizan ciertos grupos para dominar masas y suprimir a las mismas de sus deseos, provocando así un inmenso daño psicológico en las personas.
En vez de dejarnos guiar por las filosofías impuestas por la sociedad, deberíamos establecer nuestras propias convicciones del bien y el mal basándonos solo en un proverbio (no hacer nada que nos cause daño a nosotros mismos o a nuestro prójimo), pero cuidado con esto, dícese de daño algo que causa dolor y sufrimiento físico o psicológico en una persona, mas no algo que no vaya con sus paradigmas o percepciones, es decir, algo con lo que él no esté de acuerdo; muchas personas suelen manipular a los demás diciéndoles “me causa daño que actúes de esa manera”, cuando el único fin de las mismas es que los otros actúen como ellos quieren, privando su desarrollo personal.
Podemos colocar un ejemplo de lo anteriormente dicho, la homosexualidad; para la sociedad esto representa algo perverso que jamás debió existir, se basan en esto diciendo que Dios creó al hombre y la mujer para que ambos se hicieran compañía y que la biblia recalca que esto es incorrecto y los que la practiquen deberán ir al infierno; pues, el hombre mismo fue quien escribió la biblia para así dirigir masas y gobernar entre estas; lo más irónico del caso es que la mayoría de los creyentes se contradicen, ya que si les preguntas ¿Qué es Dios? Ellos te responden “Dios es amor, y ama a los humanos sin importar nada”, entonces, si Dios ama a todos ¿por qué juzgaría a los homosexuales simplemente por expresarles su amor a alguien de su mismo sexo?

Debemos abrir un poco mas nuestra mente, y respetar la forma de pensar de cada quien, así como también es necesario dejar correr nuestros deseos libremente, siempre y cuando los mismos no les causen un daño verdadero a los demás, si reprimimos todo lo que tenemos por dentro, es bastante probable que jamás alcancemos la felicidad, terminemos causando dolor tanto a nosotros mismos como a los demás, y llenemos nuestro camino de oscuridad y tristeza.

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