viernes, 29 de abril de 2011

¿Correr o Caminar?


¿Como saber si debemos correr o caminar? es una pregunta que nos hacemos muchos en ciertos momentos de nuestras vidas; es un gran dilema al cual no podemos darle una respuesta inmediata y por mas que buscamos, no encontramos la respuesta adecuada, lo cual provoca que nos llenemos de una infinidad de miedos, y este mismo terror, hace que nos estanquemos en vez de seguir adelante.


Desglosemos la pregunta inicial ¿Debemos correr? ¿Debemos dejar que toda esa energía que existe dentro de nosotros salga? Tenemos miedo de correr ya que pensamos mucho en los obstáculos que se pueden presentar en el camino, en todas las rocas que pueden estar en la trayectoria y con las cuales podemos tropezar; pero este mismo temor impide que drenemos todo lo que hay en nuestro interior, lo cual podría traer consecuencias a futuro, ya que cuando se acumulan las cosas, llega un momento en que el espacio se llena, y explota, provocando una erupción de emociones que podrían alterar el equilibrio de nuestra psique.

En ese mismo orden de ideas, pasemos a la siguiente pregunta ¿Debemos caminar? Es hermoso observar todo el paisaje con calma, los pájaros volar sobre las flores, escuchar toda la sabiduría que transmite el sonido del rio cuando corre, pero muchas veces, ir con tanta lentitud, provoca una perdida de emoción, atrae la costumbre, la monotonía, y esta misma belleza puede atraparnos de forma tal, que no nos deje vivir otras experiencias, y que olvidemos que existen mas cosas fuera de la burbuja perfecta que creamos.


Ambas formas de llevar las cosas, tienen sus cosas a favor y en contra, como el ying yang, todo lado negro tiene su punto blanco y viceversa, yo diría que la clave esta en utilizar ambos a la vez, no temer ni caminar ni correr, tomar lo mejor de cada uno, y de esta forma se creara el equilibrio que buscamos para disfrutar las cosas al máximo, todas esas bendiciones que nos da la vida.

Mas allá de correr o caminar, diría que el error esta en los miedos que nos inspira el futuro, desgastamos tanta energía pensando en cosas inútiles, que cuando queremos hacer algo productivo no s encontramos cansados y sin ánimos de nada, cruzamos nuestros brazos y nos sentamos y vemos como el tren pasa, dejándonos de nuevo.

Si nos basamos en el concepto de velocidad según la física, es la variación de la distancia con respecto a un tiempo determinado; todo lo que nos sucede tiene un tiempo perfecto, si decidimos alargarlo o acortarlo, igual nos traerá lo que necesitamos para nuestra evolución, fíjense que los creyentes en Dios utilizan una frase bastante sabia “el tiempo de Dios es perfecto”, es decir, si algo nos sucede de forma rápida o lenta, es porque así tenia que ocurrir, por lo tanto no debemos temer.


Vamos a estar en sintonía con el aire y permitamos que el mismo nos lleve, nos direccione hacia donde debemos ir, no coloquemos trabas, habrán momentos en los cuales viajaremos lento, otros rápido, pero eso solo lo decidirá la situación por la cual estemos atravesando, pero no nos limitemos; el presente, el ahora, es el importante, y es en el que tenemos que colocar todas nuestras energías, vivamos al máximo, de forma sana y con mucha luz a nuestro alrededor, y de esta forma, seremos felices.

lunes, 18 de abril de 2011

Perder nuestra Musa


Una de las cosas mas difíciles de esta vida es recuperar la inspiración, cuando se pierde, no se sabe donde se dejo, o donde se podría encontrar; volteas a tu alrededor, y todo lo ves oscuro, muchas sombras danzan en las paredes, quizás tengas un par de ideas acerca de cómo actuar, pero todo esta tan nublado, que es imposible estar claro acerca de algo en particular; desespera de tal manera, que sientes que ya paso tu etapa, que tu talento se ha ido a otro sitio, y otra persona lo ha atrapado.


Te sientas a pensar y tratas de buscar alguna explicación a tu problema, es problema que trates de justificarlo con mil y un excusas, que a la larga lo que provocan es que tu confusión aumente, alterando aun más el momento de poca luz, a veces nos sumergimos tanto en nuestros conflictos mentales, que estos pensamientos negativos impiden ver la salida que buscamos desesperadamente, y quizás la tengamos al frente.

Perder nuestra musa es algo que absolutamente todos los seres humanos pasamos en la vida, y no solo una vez, si no varias veces, lo cual aumenta nuestras frustraciones, pero debemos parar por un segundo y meditar ¿realmente perdimos a nuestra musa, o ya la que tenemos no nos ofrece ninguna inspiración?


El ser humano es cambiante, nuestros pensamientos, sentimientos, filosofías de vida, entretenimiento, entre otras cosas varían a medida que crecemos, por colocar el ejemplo más común, el niño se entretiene con juguetes, en la fantasía, mientras que el adulto busca otras cosas, como por ejemplo el sexo; son formas totalmente distintas de diversión, y van de la mano con la transformación que sufrimos las personas a medida que pasan los años.

Lo mismo pasa con nuestra inspiración, varia a medida que pasa el tiempo, cambiamos de musa con el transcurso de los días, pero los seres humanos estamos tan bloqueados al cambio, que no lo aceptamos, e insistimos en quedarnos en el pasado, lamentándonos porque las cosas no funcionan hoy en día como antes, en vez de buscar una nueva luz, que nos ilumine y nos permita abrir los ojos y colocar toda la creatividad que está dentro de nosotros en el mundo exterior.


Esta en nosotros captar todas las nuevas ideas que vuelan a nuestro alrededor, de transformar esas sombras que se ríen de nuestra desgracia en arte, en algo colorido y lleno de vida, tenemos el poder para cambiar todo, solo hacen falta ganas de hacerlo, y dejar los apegos atrás, fíjense como filósofos, artistas, políticos, con el transcurrir de los años, renuevan sus teorías, su forma de actuar, y de esta forma, mantienen a su público con ellos.

Abraza el cambio, súbete al barco y navega por el mar de lo nuevo, lo inimaginable, no tengas miedo, no te cierres a escuchar nuevos sonidos, muévete al ritmo de lo innovador, deja atrás las heridas, los dogmas, las creencias, llénate de luz, toma una de esas musas llenas de energía, que danzan en espera de que alguien las tome y las vuelvan su inspiración.