martes, 13 de agosto de 2013

El Sinonimo

¿Por qué las cosas se nos hacen difícil a nosotros? Es una pregunta que nos solemos hacer con bastante frecuencia; observamos como a la gente a nuestro alrededor pareciera que la suerte les sonríe mientras que el universo coloca un sinfín de obstáculos para que podamos lograr alguna meta planteada; estos eventos generan un conjunto de sentimientos negativos como frustración, ira, envidia y tristeza que nos pueden enfermar no solo a nivel físico, sino también espiritual.

Por más que batallamos, utilizamos todas las herramientas que tenemos a la mano, nos la ingeniamos para conseguir una oportunidad y poder lograr nuestro objetivo, nos conseguimos varias espinas que impiden llegar al final del camino, y cuando decidimos tomar un atajo o ir por otra dirección, vemos que un mar de pirañas bloquea la ruta.


Aquí es cuando comienza la melancolía y los lamentos, de nuestra boca salen palabras que tornan nuestra aura oscura, alejando toda la luz que nos rodea; esto trae como consecuencia caer en un hueco del cual cuesta salir, y nuestros únicos acompañantes son esos fantasmas que nos recuerdan todos los sueños no logrados y se asustan mostrando un futuro gris y mediocre.

En esos momentos tan difíciles, debemos recordar que el universo confabula para que cumplamos nuestra misión de vida, y quizás esa meta que tanto añoramos no sea lo más conveniente para nuestra evolución terrenal y espiritual; debemos abrir un poco nuestra mente y tratar de cambiar los paradigmas existentes, entender que la vida es bella y en nuestro alrededor hay millones de cosas por hacer que pueden hacernos felices y llenar ese vacío que tenemos dentro.


Hay un dicho que va de la mano con lo anteriormente planteado “si la vida te da limones, has limonada”, debemos aprovechar lo que tenemos a la mano para seguir adelante, y replantearnos nuestros objetivos, lo importante es que se mantenga la esencia de la meta, si lo que deseamos es para nosotros, llegara en el momento adecuado, si no, es porque hay algo más grande y maravilloso esperando por nosotros.

No podemos ser tan cerrados con una idea, existen los sinónimos, tal cual como las palabras, se escriben diferente pero encierran el mismo significado, podemos preguntarnos “¿porque queremos cumplir esta meta?” “¿Qué ganamos con esto?” y una vez, al tener las respuestas, evaluar si hay otra forma de llenar estas expectativas.


También debemos entender que el tiempo es perfecto, y cuando llega algo, es porque era en ese momento que lo necesitábamos; por lo tanto, si no conseguimos algo cuando lo queremos, debemos tener paciencia, ya que quizás se deba a que no es el tiempo indicado.


Así que, en vez de llorar y lamentar lo cruel que es la vida con nosotros, levantémonos, con la frente bien en alto, y salgamos a buscar la forma de cambiar el panorama de las cosas a nuestro favor, para ser felices.