Basta solo un día, una persona, una conversación,
una vivencia, un beso, para que toda tu vida cambie. El momento en el que menos
lo esperas, se presenta alguien, mandado por el universo, para enseñarte que la
vida es bella, que hay lugares más allá, a lo lejos, esperando a que lleguemos,
que no nos debemos conformar con lo que tropezamos, si no, ir a buscar lo que
realmente queremos.
El mundo es muy grande, y está lleno
de cantidades de personas maravillosas, soy partidario de que siempre hay
alguien en algún lugar hecho para cada quien, un hombre o mujer que nos ame con
nuestras virtudes y defectos, y que con tan solo verlo o escucharlo, no
necesitemos mas nada para ser felices.
Quizás el encuentro que tengamos con
esta persona sea sumamente breve, pero bastara para llenarnos de luz, de
felicidad, de esperanza. La idea es que aprovechemos este momento al máximo,
sin pensar en el mañana, si la volveremos a ver, si corresponde el
sentimiento; debemos disfrutar cada
segundo a su lado, escuchar atentamente todo lo que nos dice, reír a su lado, y
sobre todo, aprender las lecciones que nos está dando.
Las casualidades no existen, si en
ese instante nos cruzamos con esta persona, es porque estaba en nuestro
destino, no debemos quejarnos sobre el porqué no llego antes, o porque se va
tan rápido, los minutos que pasemos a su lado son los necesarios para nuestra evolución,
ese tiempo bastara para que nuestra alma se refresque, se inspire, se rehabilitase,
y así guiarnos por un camino de luz.
Es probable que cuando el momento
acabe, y esa persona deba partir, la añoremos; es algo completamente normal y
sano, pero debemos entender que las ataduras son negativas, e impiden el avance
y evolución de nuestra persona; cuando una persona continua su camino, es
porque ya hemos aprendido todas las lecciones que nos debía dar; simplemente
debemos tomar estas enseñanzas, estudiarlas y aplicarlas a nuestra vida diaria.
Si el destino de dos seres es estar juntos, el universo se encargara solo de
unirlos.
Quizás nos cause un poco de ruido el
hecho de que en tan corto tiempo una persona haya influido tanto en nosotros.
El tiempo es relativo, muchas veces pasamos largos años junto a alguien, y
cuando nos sentamos, meditamos un poco al respecto, y analizamos, nos damos
cuenta que no hemos vivido absolutamente nada con este; por esta razón, sea tan
solo un minuto, o diez años, lo importante es todos los conocimientos que
hayamos podido adquirir y los recuerdos bellos que nos llevamos.
En los momentos tristes, cuando
pensemos que estamos solo, debemos recordar esa experiencia vivida, esa persona
que llego a nuestras vidas y la cambio para bien, y tener en cuenta, que así
como ella, hay muchas más alrededor del mundo, pero mientras más estemos en el
mismo lugar, haciendo las mismas cosas, y no nos demos un chance de salir de
nuestra burbuja, jamás conoceremos a estos seres maravillosos que se encuentran
caminando en alguna calle de un país lejano, a la espera de encontrarnos.
“Debes arriesgarte y no sentir miedo, para lograr grandes cosas”