miércoles, 12 de enero de 2011

La Profundidad de la palabra Depresión


La sociedad suele utilizar el término depresión de una forma ligera y despreocupada, como si fuese algo completamente normal, cotidiano, ignorando la profundidad y complejidad de esta palabra. 

Muchas veces, si se observa a un individuo con los ánimos bajos por una situación en particular, se suele catalogar su estado de depresivo, pero esta sentencia es totalmente errada, o por lo menos a primera vista, se debe realizar un estudio mas detallado de los síntomas que presenta la persona en cuestión, para ver si realmente se encuentra deprimido.


La depresión es un síndrome, cuyos síntomas se encuentran ligados de una forma bastante fuerte, aun más que otras patologías psiquiátricas; los tres síntomas que constituyen la depresión son los siguientes:
  • Un humor decaído, el individuo se encuentra sin ánimos positivos, totalmente carente de optimismo, siente que el mundo no tiene ningún sentido, posee una tristeza constante, siente que su vida no vale nada.
  • Presenta una inhibición psíquica, es decir, sus procesos intelectuales disminuyen al igual que sus respuestas instintivas.
  • Ocurre una modificación de la actividad motriz, el individuo disminuye su capacidad para moverse, o viceversa, lo acelera.
Junto a estos tres síntomas, suelen unirse un fuerte componente ansioso u ideas delirantes, como indignidad, ruina, culpabilidad, hipocondría, pesimismo, negación y hasta persecución; así como también efectos somáticos como anorexia, estreñimiento, insomnio, fatigabilidad, impotencia y disminución de la libido.

La depresión también se clasifica de acuerdo a su causa, entre depresiones psicóticas (melancólica y depresión involutiva) y depresiones psicogenéticas (reactiva, de agotamiento y neurótica).


La depresión reactiva es ligada a un acontecimiento psicológico traumatizante para el individuo, a partir del cual se forma un cuadro depresivo; la duración de la misma es corta y las preocupaciones de la persona están centradas en la causa que la provoco; por lo general esta se debe a alguna perdida: familiar, pareja, dinero, empleo, entre otros.

Por lo general, este tipo de depresión carece de síntomas físicos, y su estado de ánimo es muy similar al de la tristeza normal. En los adultos, se tiende a la inmovilización mientras que en los jóvenes es frecuente la rebeldía y la agresividad.

La depresión neurótica viene dada cuando un estado patológico de causa psicológica originado en la infancia afecta al individuo en la etapa adulta, manifestando frecuentemente los síntomas depresivos.


La depresión por agotamiento surge cuando un individuo ha estado bajo presión por un tiempo prolongado, creando un sobreesfuerzo intelectual, o sobrecarga emocional. Presenta tres fases evolutivas, la primera, hiperesteso-astenica, el individuo se encuentra irritable, se siente cansado, y presenta insomnio; seguidamente, la fase psicosomática, tiene constantes dolores de cabeza, presenta amnesia, disminuye su concentración, anorexia; la ultima fase, la depresión como tal, se caracteriza por un vacio interior, una tristeza gigantesca, inhibición, entre otras.

La depresión melancólica es la fase depresiva de la psicosis maniaco-depresiva. Se debe destacar que la psicosis maniaco-depresiva se llama así porque en su forma clásica se alteran las fases de agitación (manía), con fases depresivas (depresión) separadas por periodos de normalidad. Los síntomas que suele presentar el individuo en esta fase son la inhibición psíquica y la modificación de la actividad motriz.

Por ultimo, la depresión involutiva es aquella que aparece cuando el individuo no presenta una historia anterior de psicosis maniaco-depresiva, ni lesión orgánica y tampoco factores hereditarios. Los síntomas de la misma se caracterizan por una ansiedad intensa, ideas de culpabilidad, hipocondriacas y de negación.

Para diagnosticar el tipo de depresión, se debe realizar un interrogatorio cuidadoso y una buena observación, tomando en cuenta los exámenes físicos para descartas las pseudodepresiones (depresiones causadas por trastornos orgánicos) y la sintomatología psíquica.

Por esta razón, se debe tener cuidado al calificar a un individuo de depresivo, debido a que este no es un estado anímico normal, es una patología psicológica, y si hay sospechas altas de que un conocido realmente esta sufriendo de los síntomas que describen la enfermedad, es recomendable aconsejar al mismo que vaya al Psicólogo o Psiquiatra, para evitar males a futuro.

Bibliografía: Amarista J. y Vallenilla M. (2002). Psiquiatria Clinica. Venezuela. Editorial: Disinlimed, C.A.

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