martes, 11 de enero de 2011

La muerte ¿es necesario llorar cuando se va un ser querido?

Siddharta Gautama, más conocido como “Buda”, una vez dijo la siguiente frase, la cual me parece que encaja a la perfección con la pregunta planteada “El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”; cuando un ser querido pasa a otro plano, la primera reacción que tenemos es llorar por la perdida, lamentarnos porque no podremos conversar mas con él, pero… ¿es esto cierto?


El cuerpo físico funciona gracias a la energía, la misma hace posible que podamos realizar un movimiento, permite el funcionamiento de todos los sistemas que forman al ser humano, principalmente el sistema nervioso, el cual, a través de las neuronas, genera la percepción de todas las sensaciones provenientes del medio ambiente, y de esta forma sucede el fenómeno llamado interacción.

Cuando un ser viviente muere, su cuerpo físico deja de funcionar, pero esto no significa que la energía desaparezca, según la física, esta más que comprobado que la energía nunca se destruye, si no que se transforma, se regenera, toma otras formas, se traslada; entonces, la gran pregunta es ¿A dónde va esta energía?


Los humanos han tratado de responder esta pregunta de distintas formas, y la mayoría de las veces le dan una contestación de tipo religiosa. Los católicos hablan de que las almas van a un paraíso si estas obraron de forma correcta, en el cual serán felices eternamente, suprimiendo todo sufrimiento que la misma pueda tener; ahora, si obro de forma negativa, irá al infierno, en el cual, vivirá toda clase de penas, pagando por todo el mal hecho durante su existencia. Pero si aplicamos la física a esta teoría, estaría totalmente errada, ya que la energía seria condenada a permanecer siempre de la misma forma luego de la muerte, y no cumpliría con su ciclo de transformación.

Entonces ¿A dónde va esta energía? Si partimos de nuevo con el principio dado por la física “La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma” podríamos creer en la reencarnación, ya que, cuando nace un nuevo ser viviente, este necesita de una energía la cual haga posible su funcionamiento, y ya que la energía no se crea, la misma podría venir de alguien que murió, y este sería su proceso de transformación, pasar de un cuerpo a otro, para cumplir un trabajo diferente.

Por lo tanto, si partimos de esta conclusión ¿es necesario llorar cuando se va un ser querido? A mi parecer, no es necesario; el dolor es inevitable, ya que no podrás compartir con esa persona que tanto querías, por lo menos en esa forma física que poseía, pero no es necesario sufrir, ya que su alma, la energía que lo formaba, no desapareció, simplemente se transformo, avanzo, evoluciono, y tomo una forma física distinta, una nueva vida en alguna parte del mundo, y si los lazos que existían entre esa persona fallecida, y sus seres queridos, era tan grande, quizás se vuelvan a encontrar.


Brian Weiss, psiquiatra famoso y de buen prestigio, dice en su libro “Lazos de Amor” que para reconocer a un alma, simplemente hay que ver a los ojos de la persona, y si es posible, tocar su mano, de esta forma habrá una conexión espiritual, y sabrás que esa persona es tu ser querido, pero con otro cuerpo.

1 comentario:

  1. Gracias por el blog. Me parece genial que te des el tiempo de escribir para ayudar a otros(as). Si bien no creo en la reencarnación como tal, sí considero la transformación de la energía como una mirada más constructiva y sanadora y finalmente son nuestras creencias las que nos harán sufrir o no. Un abrazo noble hombre.

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