lunes, 4 de agosto de 2014

De la Sota al Rey



A pesar de que nos deslumbramos con la imagen imponente y sabia de los arcanos mayores, cuando se habla con el tarot, quienes por lo general cuentan el desenlace de una situación son los arcanos menores, por lo cual hay que prestarle atención a cada una de estas cartas, ya que aquí, mientras el emperador puede ser el nombre de la historia, de la sota al rey nos puede contar como este personaje se formó desde sus inicios hasta sentarse en el trono.

Se tiene cuatro mazos, el oro, el basto, la copa y la espada, y cada uno de ellos tiene un rey, con características muy diferentes, a su vez, observamos también su crecimiento, primero con la sota, y luego con el caballo, para luego coronarse; no debemos olvidar a la reina, que es el lado femenino del rey, ya que se necesita del hombre y la mujer para que el universo tenga una armonía perfecta.

 

El oro nos habla de la estabilidad, representa al elemento tierra, la constancia, la perseverancia, aquel que va sin prisa y con calma construyendo; la sota de este mazo suele ser una persona con visión a futuro, trazando planes para luego lograrlos, a veces esta tan perdido en las metas materiales que olvida las emociones, por lo cual la frialdad la tiene a flor de piel; a medida que crece se transforma en el caballo de oros, el jinete, en el tarot de ryder, se encuentra estático, evaluando todas las cosas que ha logrado; tiene una buena estabilidad económica, una profesión formada, pero quiere asegurar su vejez; en esta etapa de su vida busca consolidarse, y lo mejor del caso, se ha dado cuenta que lo material no es todo, y necesita un complemento para sentirse completo.

Finalmente, nace el Rey de Oros, tiene abundancia en todos los aspectos de su vida, incluso el emocional, sus ambiciones están orientadas a lo espiritual, ya que sus deseos terrenales ya los ha cumplido. Quiere ayudar a los demás, por lo cual en esta etapa es más servicial que en su juventud, que se concentraba en sí mismo. Por otro lado, su faceta femenina, la reina, habla de la abundancia, de cómo lo que se sembró hace muchos años ha crecido, de esa madre que disfruta del amor de sus hijos ya adultos, que están sumamente agradecidos por todo lo dado.

 

El basto representa el fuego, la energía, el optimismo, los inicios, la espontaneidad, la chispa necesaria para crear algo. La sota de basto se encuentra en la búsqueda de su persona, no sabe bien a donde ir, pero lo que tiene seguro es que quiere lograr algo grande; anda probando un poco de todo para ver que le entusiasma y que meta merece que le proyecte toda esa energía que tiene dentro de sí. Luego, al encontrar su horizonte, se monta en su caballo y comienza a correr, aquí corre con todo para marcar el gol; sabe que para lograr su objetivo tiene que poner todo de sí, y está dispuesto a hacerlo, muchas veces actúa sin pensar, y sufre las consecuencias de no analizar las situaciones, lo bueno es que aprende y no comete el error por segunda vez.

Al alcanzar la meta, se sienta en su trono, y se permite descansar un poco, el Rey de Basto se encuentra orgulloso de todo lo que ha vivido, es alguien con mucha sabiduría, dispuesto a compartirla con los demás, más allá de sus logros, lo que le pinta una sonrisa son las experiencias vividas, tiene gente que lo admira, lo respeta y lo quiere, al fin y al cabo, no solo ha crecido el, ha ayudado a crecer a todo su entorno. La Reina de bastos hace referencia a como jamás se debe perder el entusiasmo a pesar de todos los inconvenientes que se pueden presentar, dice que se debe creer en sí mismo, y a su vez, estar en sintonía con el universo, el gato negro que la acompaña, demuestra su secreto del éxito, la fe y estar bien espiritualmente.

 

La copa está asociada a las emociones, representa al elemento agua, y no por casualidad, ya que es el elemento que da vida; se necesita de los sentimientos para no estar muerto. La sota de copas sueña a diario, ríe con las alegrías, llora con las tristezas, se maravilla con las hermosuras del mundo, y sufre con las penurias; tiene los sentimientos a flor de piel, y le cuesta controlarse, escucha solo a su corazón y olvida lo racional, lo que hace que tenga constantes tropiezos. Cuando entiende que debe existir un equilibrio entre lo emocional con lo racional, se sube a su caballo, y empieza a pensar más detenidamente antes de dejar correr sus emociones; sigue soñando, pero sabe que la vida no es color de rosas, y debe ir más despacio; sabe que viene algo bueno, y gracias a su intuición, sabe que camino debe seguir; por cada lugar donde pasa, deja alegrías y hace creer a los demás en el amor.

Cuando consigue la estabilidad emocional que buscaba, se sienta en su trono y comienza a disfrutar; el Rey de Copas aprende que una vez que se encuentra el amor en su mismo, es que puede amar a los demás, le gusta reír, sabe que si se le da una sonrisa al universo, este te la devolverá; es amable, servicial, buen consejero, es alguien que aprendió a ser feliz. Por otro lado, la Reina de Copas, hace hincapié a lo importante que es dar de forma desinteresada, ella sabe que se debe transmitir amor a todas las personas, incluso a aquellas que nos han hecho daño, ya que no se puede vivir con rencores, esto obstaculiza nuestra evolución.

 

La espada, rápida, hábil y peligrosa, representa al elemento aire; rige los pensamientos y la mente, si bien nos da inteligencia, también se puede convertir en nuestro peor enemigo, por esa razón debemos saber tratarla, ya que es un arma de doble filo. La Sota de Espada esta sedienta de conocimientos, se cuestiona todo lo que ve y le cuesta confiar; Siddharta Gautama decía “Duda de todo, encuentra tu propia luz” y este personaje se lo toma muy en serio; no le da miedo confrontar a todos, y muchas veces por su carácter rebelde y poco diplomático se gana enemistades; como su mente siempre está en movimiento, se le hace difícil descansar y obtener un poco de paz.

Cuando ya forma sus propias convicciones, la sota de espadas se monta en su caballo y empieza a transmitirlos al mundo, va corriendo, rápido como el viento, predicando su mensaje en todos lados, pero a veces habla de tantas cosas y se dispersa tanto, que sus palabras suelen ser olvidadas, su gran lección en esta etapa viene dada por otra frase de Buda “Mejor que mil palabras huecas, es una palabra que aporta paz”. Ya en su madurez, cuando surge el Rey de Espada, este personaje aprende a utilizar su mente como aliado y no como una mala compañía, la escucha, pero cuando la misma se pone negativa, la detiene, y empieza a escuchar al corazón también; es un Rey exigente, muy apegado a las reglas, ya que descubrió que hay que seguir ciertos protocolos para lograr objetivos, parece severo a primera vista, pero cuando lo conoces a fondo, te das cuenta que es una persona muy compasiva.

 

Luego de todas sus vivencias, pone en práctica otra de las enseñanzas de Siddharta “Sabio no es el que sabe mucho sino el que comprende mucho. No es el instruido sino el consciente. Transfórmate en sabio. Cuando vivas tu vida, usa la sabiduría no la erudición. Que sea el corazón el que te guíe, no la mente”. La Reina de Espada a primera vista parece una mujer triste por su soledad, pero es todo lo contrario, le gusta aislarse en ciertas etapas para buscar respuestas a sus interrogantes, ya que comprende que todo lo que necesita saber, está dentro de sí.

Durante el transcurso de nuestras vidas, pasamos el camino de las cuatro sotas, hasta convertirnos en un gran Rey que engloba los cuatro elementos que nos dan vida, pero hay que fijarse que estos monarcas aprendieron lo mismo por distinto caminos, el equilibrio que debe existir entre lo terrenal y lo espiritual para lograr cosas maravillosas.

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