Luego de vivir varios episodios
románticos que no han tenido un “felices por siempre”, uno se suele llenar de
miedos y deja de creer en el amor; cuando llega una persona nueva estamos a la
expectativa de cualquiera de sus movimientos, a la espera de que nos lastimen
como ha ocurrido en el pasado; inconscientemente desde el instante en que
comenzamos a llenarnos de dudas estamos condenando la nueva relación al
fracaso, ya que las energías que lanzamos trancan todos los caminos hacia la
posibilidad de tener una relación sana.
Lo primero que debemos tener
claro cuando llega alguien nuevo a nuestras vidas en el plano amoroso, es que
todas las personas son diferentes, con otras perspectivas, deseos, ambiciones y
sentimientos; le tenemos que decir adiós a los fantasmas de los ex, ya que
estamos a punto de empezar una nueva historia con otro protagonista.
Si bien es cierto que se repiten
conductas y situaciones similares, debemos detenernos y pensar cual es el
factor en común entre el pasado y el presente, si analizas bien, habrá uno
solo, y ese eres tú, por lo cual, las vivencias se están repitiendo ya que
nosotros mismos las estamos originando; esto se debe a que no hemos aprendido
una lección determinada, o no aceptamos una realidad dentro de nosotros que
hace que constantemente pasemos por el camino repetidas veces.
En estos casos, lo mejor es
tomarse un tiempo para uno, para revisar que es lo que queremos, que clase de
persona deseamos tener de pareja, y lo más importante, si estamos preparados
para llevar una relación; hasta no tener claro estos puntos, repetiremos una y
otra vez los errores amorosos del pasado, a pesar de que sea alguien diferente.
Otra cosa que debemos aprender,
es a confiar en los demás, que una persona nos haya fallado en algún momento,
no significa que todos lo van a hacer. En mi opinión, la confianza es uno de
los factores más importantes para que una relación triunfe; cuando no se tiene
seguridad sobre el otro, viviremos en una eterna película de suspenso en la que
en cualquier momento nos pasara algo malo, esto impedirá el disfrute y los
buenos momentos que se supone que una pareja nos debe transmitir.
Si una persona decide invertir su
tiempo y sus sentimientos con nosotros, es porque quiere estar a nuestro lado;
a su vez, debemos tener seguridad de que somos seres maravillosos, lleno de
cualidades únicas y hermosas, y que si atraemos a alguien a nuestras vidas, es
porque esa persona se siente atraída por todo lo que valemos.
Si no se tiene confianza en
nosotros mismos, nadie va a tener confianza en nuestra persona. La inseguridad
es la mayor causante de que nuestra pareja sea infiel, nos mienta o nos haga
daño, ya que al percibir este sentimiento, la persona va a comenzar a actuar de
esa forma. Todo lo contrario ocurre cuando se transmite seguridad, confianza y
cariño, la otra persona se va a sentir llena, feliz e importante, por lo cual
las posibilidades de fallar disminuyen inmensamente.
También debemos saber que somos
capaces de dar, ya que será lo mismo que recibiremos; si damos un trato hostil,
con constantes reclamos, y dejamos claro que no nos sentimos cómodos ni
seguros, recibiremos lo mismo. Por otro lado, si brindamos buenos momentos, nos
mostramos abiertos a recibir amor, demostramos que estamos contentos de estar
con esa persona, nos darán la misma respuesta.
Si por mala suerte, recibimos una
respuesta contraria, es porque la otra persona no está en sintonía con lo que
queremos; no podemos obligar a nadie a estar a nuestro lado, por lo cual se le
permite ir, deseándole lo mejor. Es importante cerrar ciclos, para que podamos
empezar nuevos, que nos traigan lo que necesitamos para ser felices.
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